Esa fecha quedó marcada en la historia religiosa argentina. No sólo se trató del primer cura “100% argentino” ya que nació y falleció en el país, sino que además fue elevado al estatus de santo por el Papa Francisco, el primer religioso argentino en ocupar ese cargo.

La ceremonia se llevó adelante el 16 de octubre pasado, en la Plaza San Pedro, en el Vaticano.

El Cura Brochero, a quien ha reconocido la Iglesia más de un milagro, dedicó sus esfuerzos a asistir a los humildes y a los enfermos.
Fue un sacerdote que se encargó de llevar el Evangelio a zonas serranas inhóspitas, acompañó a sus pobladores y promovió su desarrollo social.
El 5 de marzo de 1856 entró al seminario “Nuestra Señora de Loreto”, donde fue ordenado sacerdote el 4 de noviembre de 1866.
Enfermo de lepra y ciego, el 26 de enero de 1914 falleció en su casa de Villa del Tránsito, donde murió leproso y ciego el 26 de enero de 1914.